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Sanidad recuerda cómo evitar toxiinfecciones alimentarias en Navidad

La correcta manipulación y conservación higiénica de los alimentos es fundamental para prevenir toxiinfecciones alimentarias como la salmonelosis

Canarias Noticias - 28/12/2018

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública, quiere recordar que la mejor forma de prevenir toxiinfecciones alimentarias durante estas fiestas navideñas es adoptar medidas de prevención elementales, tanto en la elaboración de alimentos en el domicilio, como en el consumo de los mismos en establecimientos de restauración.

Niños, mujeres embarazadas, personas mayores e inmunodeprimidas son los grupos de mayor riesgo frente a las toxinfecciones alimentarias. Para evitarlas, a la hora de preparar los alimentos en casa o en establecimientos de hostelería, es imprescindible extremar las medidas de higiene y recordar:

Manipule los alimentos de forma higiénica

Para evitar la contaminación de los alimentos es imprescindible cumplir con unas pautas de higiene en la manipulación: lavado de manos frecuente y de forma obligatoria siempre después de ir al servicio; protegerse las heridas de las manos; mantener limpios los utensilios que se vayan a utilizar; y evitar cualquier contacto, directo o indirecto (superficies, cuchillos, tablas, etc.) de los alimentos crudos con los alimentos cocinados o preparados.

Cocine suficientemente los alimentos

Durante el cocinado se debe aplicar calor suficiente para garantizar la destrucción de posibles gérmenes causantes de enfermedad. Es particularmente peligroso que las carnes de aves y las carnes picadas queden crudas o poco hechas.

No deje los alimentos preparados expuestos a temperatura ambiente

La temperatura ambiente elevada favorece la rápida multiplicación de las bacterias y la formación de toxinas en los alimentos. Cuando los alimentos cocinados o preparados no se vayan a consumir de inmediato es imprescindible mantenerlos en caliente o conservarlos en frío.

Si un alimento ya cocinado o preparado no va a ser consumido a continuación, se procederá cuanto antes a su refrigeración o a su congelación. Mantenga siempre en refrigeración carnes, vísceras y embutidos; huevos; quesos frescos; salsas; leche y derivados lácteos (yogures, postres lácteos); pasteles, tartas y cualquier postre que lleve en su composición crema o huevo; ensaladas, ensaladillas y todos aquellos alimentos que vayan a ser consumidos en frío; comidas preparadas: albóndigas, carne con papas, croquetas; semiconservas: anchoas, boquerones en vinagre, jamón cocido, patés…

Caliente suficientemente los alimentos cocinados antes de consumirlos

Los alimentos cocinados que se conserven en frío deben ser calentados con rapidez antes de su consumo y alcanzar una temperatura igual o superior a 65°C en el centro interno del alimento.

Si se trata de alimentos que se consumen en frío, se deben consumir sin demora una vez sacados del frigorífico, a fin de evitar toda situación que favorezca la multiplicación bacteriana.

Tome especiales precauciones con los alimentos que se consuman crudos o cocinados con escaso calor

Los alimentos que se consumen en crudo o poco hechos suponen un mayor riesgo, dado que estos alimentos no se benefician del efecto germicida del calor del cocinado. Por ello se deben tomar precauciones especiales, como son: comprar las materias primas en buenas condiciones de frescura, observando que cumplan las normas de presentación, conservación y etiquetado; y en el caso del pescado congelarlo a -20ºC un mínimo de 48 horas para evitar la presencia del parásito anisakis.

Sumerja los vegetales que se vayan a consumir en crudo, como lechuga y tomate, en agua con unas gotas de lejía unos minutos, lavándolos a continuación con agua corriente. Debiéndose utilizar lejías en cuya etiqueta se especifique que son aptas para desinfectar vegetales o agua de bebida.

Manipule con cuidado los huevos frescos

Los alimentos que tienen como ingrediente el huevo es responsables de numerosos casos de salmonelosis cada año. Hay que prestar una especial atención a su manipulación y tomar precauciones como: no adquirir  huevos cuya cáscara presente suciedad, fisuras o roturas; guardarlos en el frigorífico; evitar que los huevos crudos entren en contacto con otros alimentos; no lavar la cáscara del huevo, ya que podemos favorecer la penetración de gérmenes al interior del mismo; no cascar el huevo en el borde del plato o recipiente de batido, no separar nunca las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo, cocinar rápidamente los alimentos que contienen huevo; y no emplear los recipientes y utensilios usados en la preparación de huevos en crudo para contener o manipular el alimento ya cocinado.

Evite el anisakis, congelando el pescado o cocinándolo a más de 60ºC

El anisakis es un parásito que se puede encontrar en el pescado y causar daños a las personas si lo ingieren antes de inactivarlo.

Para evitarlo, es importante eviscerar bien el pescado y quitar las vísceras lo antes posible; cocinarlo a más de 60ºC o congelarlo a -20ºC durante al menos 48 horas si va a ser consumido en crudo.

Recomendaciones cuando visite establecimientos de restauración

Observe siempre la higiene y limpieza del local, asegúrese de que la presentación de alimentos se hace en vitrinas refrigeradas y de que hay disponibilidad de agua corriente.

El personal que manipula alimentos en cualquier establecimiento debe estar provisto de ropa limpia y exclusiva de trabajo, gorro o protector del cabello.

En aquellos establecimientos que no dispongan de agua corriente deben usarse vasos, platos y cubiertos desechables.

Vigile que las manos del personal de hostelería no tocan vasos ni cubiertos por el lugar que va a ponerse en contacto con los labios del consumidor.

Rechace siempre los alimentos que estén almacenados a temperatura ambiente sin protección o sin vitrina expositora refrigerada, o cuando el aspecto del establecimiento o del personal del mismo no sea limpio e higiénico.

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