La U.D. Las Palmas, con el cambio de entrenador, se arrastra por los campos de la liga SmartBank

La UD Las Palmas sufrió este sábado una dura derrota en el Estadio de Gran Canaria. Cedió 1-3 ante el Girona, equipo que marcaba la frontera de la zona de play off. Además, en este partido sufrió dos expulsiones (Rafa Mujica y Raúl Navas), acusando durante toda la segunda parte su inferioridad en el campo. 12.591 espectadores animaron a los jugadores de García Pimienta, que sigue sin conocer la victoria como local en su etapa como entrenador.

Las Palmas había encontrado pronto una respuesta a su salida ambiciosa. Cargó varios ataques por el sector derecho, con Jesé en dirección hacia el área. Un disparo, un pase atrás y un avance que fue cortado por Aleix García con un pisotón al delantero amarillo. El colegiado, Arcediano Monescillo, consultó con el VAR y concedió la pena máxima.

A los 11 minutos Jesé puso por delante a Las Palmas en el marcador. Ya tenían los amarillos lo que estaban buscando en el partido. El segundo gol, el que habría dado un colchón mayor en el partido, no fraguó en las distintas iniciativas ofensivas de los grancanarios.

Pero a la media hora, todo el argumento previsto cambió. El colegiado mostró la segunda tarjeta amarilla a Rafa Mujica tras una jugada en la que había acariciado el gol. Primero acabó un contragolpe lanzado por Viera con un disparo que el portero visitante rechazó. El balón quedó suelto y el propio Mujica, en el intento de un segundo remate, realizó una chilena en el área que fue sancionada con falta al cruzarse un defensa del equipo catalán.

Las Palmas pareció sentir el impacto de la expulsión y, minutos después, la Sala VAR rectificó otra decisión del colegiado que había señalado penalti un contacto de Alvaro Lemos a Baena. Las protestas de los jugadores canarios encontraron alivio cuando Ocón Arraiz confirmó que la infracción había tenido lugar fuera del área. La barrera rechazó el disparo y al descanso pudo Las Palmas reagruparse para hablar sobre la defensa de su corta renta.

Sin embargo, la situación empeoró en la segunda mitad. El portero Alvaro Valles abortó con sus intervenciones varios disparos catalanes, pero dos goles en tres minutos de Nahuel Bustos acabaron por dar la vuelta al encuentro.

Los amarillos lo intentaron hasta el final, con un segundo contratiempo por la expulsión de Raúl Navas. El definitivo 1-3 lo firmó el Girona en el descuento, con un contragolpe cuando el equipo local buscaba a la desesperada el tanto del empate.

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