Centro de tratamientos de adicciones en Sevilla
Las fábulas de Jean de La Fontaine, tachadas a menudo de insignificantes, constituyen, en realidad, el feliz resultado de un arte cuidado, lleno de afán y de señorío.
La Fontaine no buscaba temas originales, no inventaba, tomaba el asunto allí dónde lo encontraba.
Entre sus muchas fábulas, y porque me viene bien al caso de lo que aquí quiero comentar, escribió una que tituló “Nada de excesos” y comenzaba así… “Esta es una frase que se repite con pesadez una y otra vez, pero sin obtener con ello grandes resultados, pues la exageración es un mal del que adolecen gran multitud de gentes” y después de desarrollar lo que quería decir utilizando ejemplos de vegetales, animales y personas, terminaba de esta forma…”el hombre es el que tiene mayor tendencia a dejarse llevar por los excesos; pero en realidad todos debieran ser procesados, tanto los grandes, como los pequeños, pues no existe un ser viviente que no caiga en este defecto. La temperancia, el término medio, es algo de lo que se habla mucho, pero que rara vez es observado”.
Las adicciones
A lo largo de toda la historia de la humanidad, la debilidad, no física, de los seres humanos, ha sido puesto a prueba una y otra vez.
El poder, el sexo, el alcohol o las drogas han hecho sucumbir a muchas personas a lo largo del tiempo arruinando así sus vidas.
A todo lo anterior, hoy en día, hay que añadirle unas nuevas adicciones, estas vinculadas a las nuevas tecnologías, de las que muchas personas son incapaces de abstraerse.
Frente a esa incapacidad de resolver nuestras adicciones, por falta de voluntad o por cualquier otro motivo, existen, afortunadamente centro de adicciones que nos pueden ayudar a romper las cadenas que nos atan a esta u otra causa.
Algunas de esas adicciones a las que somos incapaces de vencer, como el alcohol o las drogas, son responsables directos de la destrucción, física, psíquica y mentalmente, del ser humano. Tratamientos de adicciones son entonces necesarios para tratar de reconducir la vida de muchas personas que, de no acudir a ellos, pueden terminar, incluso, pagando con sus vidas el no poder desprenderse de aquello que lo mantiene atado a una forma de vida que excluye todo lo demás, haciendo que, no sólo las personas que las padecen, sino todo aquel que se encuentra alrededor de ellos, terminen sufriendo las consecuencias de la adicción que se apodera, no sólo del cuerpo, sino también del alma, de las personas afectadas por las mismas.
Cuando nosotros mismos somos incapaces de aceptar el mal que nos aqueja, debemos hacer caso de aquellos que quieren lo mejor para nosotros, y nos invitan a solucionar este tipo de problemas, acudiendo a un Centro de tratamiento de desintoxicación.
Porque ¿qué son las adicciones?
Las adicciones pueden ser definidas como una enfermedad crónica del cerebro con recaídas, caracterizada por una búsqueda constante, compulsiva y consumo inmediato de todo aquello a lo que nos “enganchamos”, sean drogas, alcohol o juegos de azar, por sólo poner algunos ejemplos.
Se considera una enfermedad cerebral porque estos impulsos irrefrenables modifican la estructura cerebral y su funcionamiento. Estos cambios provocados por el consumo pueden perdurar largos periodos de tiempo y llevará a comportamientos inadaptados y peligrosos.
Profesionales especializados en el tratamiento de adicciones
Por todo lo anterior, es absolutamente imprescindible acudir a profesionales que cuenten con un equipo de profesionales dedicados por completo a ayudar a las personas que padecen una adicción para que puedan vencerla y comenzar una nueva vida.
Sin duda, hay multitud de centros perfectamente preparados para ello. Pero quiero dejar constancia en este artículo de uno de los grandes centros especializados en el tratamiento de las adicciones, y un ejemplo de lo que quiero expresar es un centro de rehabilitación de adicciones que hay en Sevilla y sus alrededores, Liberadict.
Con ellos, las personas afectadas aprenderán a identificar los síntomas de la adicción, poniéndose a la entera disposición de quién lo precise, y dándoles el apoyo constante durante todo el proceso terapéutico, para que puedan superar su problema, guiándoles y aportándoles las herramientas necesarias para que sanen su cuerpo y su mente y recuperen el bienestar a nivel físico, psicológico, emocional y social.
Y, lo más importante, proporcionándoles el seguimiento y el soporte necesario y constante, para prevenir cualquier tipo de recaída.