Terrae Gran Canaria cierra con un compromiso firme por el futuro de la cocina rural
La segunda edición de Terrae Gran Canaria concluyó con un balance exitoso y un compromiso renovado con la defensa y promoción de la cocina rural. Durante tres jornadas, el sureste de la isla se convirtió en el epicentro internacional de la gastronomía ligada al territorio, reuniendo a más de 50 cocineros de España, Portugal, Italia y Colombia, junto a expertos y periodistas especializados. El encuentro culminó con la firma de la Declaración de Agüimes, un manifiesto que insta a las instituciones a reconocer y respaldar la gastronomía rural con el mismo apoyo que reciben otras expresiones culturales como el cine o la música. "Terrae ha consolidado a Gran Canaria como un espacio clave para el debate y la acción en torno a la cocina rural. No solo hemos compartido conocimientos y experiencias, sino que hemos sentado las bases para que la gastronomía rural reciba el reconocimiento que merece como parte esencial de nuestro patrimonio cultural", destacó la consejera de Desarrollo Económico del Cabildo de Gran Canaria, Minerva Alonso.
“Creo que con esta edición celebrada en la isla, el movimiento rural se ha fortalecido y se han alcanzado un montón de visiones compartidas, de acuerdos, además en un entorno maravilloso, conociendo algunas de las singularidades de esta isla”, aseguró por su parte Benjamín Lana, el presidente de Vocento Gastronomía.
El alcalde de los cocineros rurales que fue elegido en la pasada edición del congreso, celebrada en la Comarca Norte de Gran Canaria, el chef Luis Leras, apuntó estar muy feliz por los avances que se han dado de una edición a otra, puesto que “la cocina rural es mucho más que una forma de alimentación: es una expresión viva de la cultura, un lenguaje de sabores, memorias y territorio; a través de recetas transmitidas de generación en generación, la gastronomía rural conecta el conocimiento del entorno natural con formas de vida sostenibles y profundamente humanas”.
Asimismo, uno de los compromisos adquiridos es el de “fortalecer los lazos con las comunidades locales, involucrando a los habitantes de los pueblos en los proyectos gastronómicos, priorizando el talento local y dando visibilidad a los productores cercanos”.
Además, los ideólogos de la Declaración de Agüimes se comprometen a desarrollar una identidad rural propia, promoviendo la diversidad de las culturas culinarias y sensibilizando a las instituciones sobre la importancia de su implicación en la protección de la cocina rural. Por último, destaca el proyecto de estudio para “potenciar la marca Terrae como un distintivo para restaurantes y productores que defiendan la gastronomía comprometida y arraigada en el territorio, con el fin de fortalecer el movimiento de la cocina rural y su impacto en la economía local”.
Con esta declaración, los profesionales del sector reafirman su apuesta por un futuro sostenible y arraigado en las tradiciones culinarias de los pueblos, asegurando que la gastronomía rural continúe siendo un pilar fundamental de la identidad cultural.
Segunda edición de terral Gran Canaria y tercera de este congreso rural
El congreso se estructuró en un programa que combinó ponencias, visitas técnicas y encuentros entre profesionales. La primera jornada tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Agüimes, con ponencias sobre la evolución y los retos de la gastronomía rural. La segunda jornada permitió a los participantes conocer de primera mano la producción local, con una visita a la quesería La Gloria, donde Paqui Pérez y José Miguel Ortega crían 1.800 cabras majoreras en un sistema de pastoreo libre que garantiza la calidad de sus quesos artesanales, y a las salinas Tenefé.
Del paisaje interior al mar, la expedición embarcó después para conocer la cría de la gran lubina atlántica en las granjas marinas de Aquanaria. Durante la travesía, Arantxa Apesteguía, responsable de marketing de la empresa, explicó el proceso de producción de este pescado, criado en mar abierto con bajas densidades para garantizar su calidad. La jornada se cerró con un menú elaborado por los chefs Nelson Pérez (Restaurante Nelson), Alejandro Sosa y Marina Tudanca (Restaurante Maraca), en el que la lubina fue la gran protagonista.
El congreso concluyó en el Asador La Pasadilla (Ingenio), donde el reconocido chef José Gordón (El Capricho, León) y Carmelo González, anfitrión del restaurante, ofrecieron un menú que fusionó la tradición carnívora leonesa con la identidad canaria. El evento sirvió para reforzar los lazos entre la cocina rural de diferentes territorios y consolidar la importancia de preservar este legado culinario.
Terrae Gran Canaria cierra así una edición que ha marcado un antes y un después en la proyección de la cocina rural, sentando las bases para su reconocimiento y desarrollo futuro.