Perico, como así podria ser su pseudónimo de guerra, en donde, les guste o no a las Belarras, Diaz y demás Irenes, muchas mujeres y niñas ucranianas han sido violadas y asesinadas, hizo un viaje relámpago para salir en la foto con unos chalecos antibalas fetén que, al parecer, no disponen muchos de nuestros militares. Aún habiendo tiempo suficiente, el entorno del personaje comunicó que no asistiria a la final de Copa "por motivos de agenda" entre las, aproximadamente, 21 y 24 h de un sábado (!?). Tras lo sucedido y algo de lo desvelado en la Federación de fútbol, con, al parecer, repartos oscuros y difusos, con aspirantes a traidores, pudiera parecer que, una vez más, se pretendia desviar la atención y reventar una final de Copa con el Rey presente. Ahi, aún sabiendo que la situación no era fácil, a algunos (por ejemplo en la Junta de Andlucia) les faltó reflejos y podrian haber invitado a estar en el palco a ex-Presidentes del Gobierno, como Felipe González (gran aficionado betico, dicho sea de paso).
Cuando unos levantaban la Copa y eran jaleados (sabiendo que el ganador también podria haberlo sido un gran Valencia), quizá el francotirador de pelotillas de papel estaba sumergido en sus sueños de delirio y grandeza, pues, mientras numerosos paises de la OTAN han enviado armamento a Ucrania sin revelar, por cuestiones evidentes de seguridad, el cómo y cuándo, Perico cacaró, tras salir en la foto y ante micrófonos, que el buque de la Armada española "Isabel" llevaria esas armas. Solo le faltó dar más pelos y señales, jugando así con la vida de numerosas personas. "Especialmente emocionado", escribia poco después el francotirador de pelotillas, en un alarde más de irresponsabilidad y cursileria.
