¿Es bueno psicológica, social, cultural, moralmente y en otros aspectos que existan tantos programas concursos en las televisiones públicas y privadas…?
No tengo suficientes conocimientos para valorar y dar un diagnóstico. Esto como en tantas cuestiones no lo tendrían que expresar las ciencias sociales que realizasen encuestas y valoraciones y conceptos y análisis con sus metodologías. Pero si creo que debería ser un tema de reflexión.
Hoy, todo el mundo conoce y sabe que hay miles de documentales en Internet, que podrían exponerse y publicitarse y emitirse en las cadenas de televisión, especialmente de noche, si usted se ha pasado decenas de noches o cientos de noches o miles de noches trabajando en algunos de los trabajos y oficios que se exigen para que la humanidad siga avanzando y existiendo, si usted ha tenido esa experiencia sabe que por la noche podrían emitirse programas más positivos en todos los sentidos. Que posiblemente, no serían tan costosos.
Pero esto también es aplicable al resto de la jornada, sin negar la programación que se necesite, para que las masas y colectivos no olviden el teatro de la caja de un metro cuadrado. No estamos yendo y pensando ir en contra de los negocios y empresas privadas que tienen su finalidad sobrevivir, y, para eso tienen que disponer de plusvalías.
Pero hecho en falta una realidad, no todo el mundo que vive actualmente en España, pueda tener cadenas concretas o singulares o temáticas o específicas o especiales, como algunos indican, sino que tienen que servirse de las televisiones generalistas y sin pago previo. Hecho en falta, para esos millones de personas que han llegado a esta Península Ibérica de tantos lugares, hecho en falta, que a media tarde y al mediodía se programen series positivas y educativas y buenas para niños y adolescentes, como durante décadas hemos tenido y que no mencionaré nombres...
Durante décadas esos programas en la televisión oficial eran de los más vistos. Que ahora, a mediodía emitan media o una hora, y, por la tarde, media o una hora, creo que sería un elemento esencial para la integración de las personas que han hecho un viaje largo y venir con sus huesos y sus almas a este terruño. Incluso para otros sectores sociales de nuestra geografía.
Me he encontrado con la notable escritora y periodista, Carmen Rico-Godoy (1939-2001), que en una columna periodística se enfrenta al tema que estamos comentando, y, si no he entendido bien, se queja de la gran cantidad de programas televisivos de concursos. Pero me digo, qué diría o qué pensará hoy. Dicho artículo se titula: Programas concurso, publicado en la revista Cambio 16, el día 04 de julio de 1988.
Dicen muchos de los cientos de articulistas de opinión, que hay en estos momentos en este país, entre profesionales que cobran y profesionales que no cobran, -entre estos últimos me encuentro-, que jamás en un artículo o columna de opinión se puede indicar y decir y expresar que no sabes del tema del que estás hablando. Pero yo, quizás por eso, no tenga mucha audiencia, yo creo que sí hay que hacerlo. Porque un artículo de opinión tiene muchos fines, uno de ellos, es instruir y educar y enseñar, pero otro, es aprender de los lectores/as, y, muchos pueden saber del tema más que el escribiente. También, es una manera que una cuestión sea consciente, que quizás está olvidada.
Durante muchos años, los sistemas de televisión y audiovisuales, son y están en el candelero político. Porque una y otra vez, se percibe, en cualquier lugar del mundo, que quién los controla y dirige y gestiona y maneja, puede cambiar las elecciones y sus resultados. Con estos sistemas, que no son pan y circo, pero se acercan, se pueden manejar no solo las ideas y conceptos de las poblaciones, sino sobretodo sus emociones, pasiones, deseos, sentimientos, libidos, pulsiones…
Este es el gran descubrimiento de la era moderna, que con los sistemas masivos de comunicación –periódicos o prensa, radio, televisión, sistemas audiovisuales como la música en los distintos formatos, y, ahora Internet en todas sus formas, se puede mover y conmover el mundo, dadme un punto de apoyo y moveré la Tierra, según el viejo maestro griego…-.
No entiendo, porque no comprendo, por ejemplo, entre tantas realidades existentes en esta cuestión, que existiendo en nuestra sociedad y país, tanto fracaso escolar, no entiendo y no comprendo, como no se exponen masivamente en televisión programas educativos y culturales de todo tipo, una hora al día, cada día, para que millones de personas, avancen en sus conocimientos, padres y abuelos y abuelas y madres y niños y niñas…
¿Porqué en horas que converjan, sin menoscabo de los intereses legítimos de las televisiones públicas y privadas, sin negar todos los vectores y fines de las televisiones, porqué las televisiones generalistas y no de pago directo, por qué no lanzan al aire, cientos de horas, una hora al día, de temas educativos que completen y complementen la enseñanza reglada, para que el Informe PISA, no sea tan negativo año tras año…?
Mientras tanto, este artículo es también un recuerdo a Carmen Rico-Godoy, escritora y columnista, y, es una piedra más en este camino que estamos haciendo sobre el articulismo español de estos tres últimos siglos. Ya llevamos varias decenas, quizás ya hayamos pasado de los cien nombres que hemos mencionado, algunos varias veces, ya estamos completando esta crónica sobre el columnismo de esta Piel de Toro, pero ahora ya sabemos lo que ya sabíamos, que jamás se podrá terminar, porque existen miles y miles de nombres de articulistas, de y en estos trescientos años… Paz y bien que tanto necesitamos y tanto anhelamos...
