Hay días, que el escritor-escribiente nota un mar en el fondo de su corazón y su alma y su memoria, y, no sabe cómo terminará la columna periodística que ara y siembra cada día.
Todo se mezcla y se combina en el interior, ideas posibles, tesis posibles, temas posibles, empieces de la carrera del artículo posible. Pero no presiente, ni el principio, ni el medio, ni el final. Existen esos días, supongo que esa realidad se produce en todos los campos de la realidad-vida-existencia-vivencias y de la actividad humana. Que existirán días, que el hacedor de tortilla para la familia, tenga la cabeza en otra cosa, pero no en los huevos, ni en las patatas, ni en los tiempos; y, algo semejante le sucederá al cirujano algunas tardes mañanas; o, incluso al maestro o profesor, o al que sirve cafés en la cafetería de siglos en su corazón… Ni siquiera las metáforas se encabalgan con orden en el alma. No sabe, si terminarás hablando de política o de economía o de gastronomía o de deporte o de nada…
Porque los artículos, algunos se construyen de nada. De esa nada, que pergueña los corazones y las almas y las carnes de los hombres. De esa nada de la memoria y de esa nada, que ya presiente que no tendrá demasiadas décadas o lustros para terminar la carrera, quizás años, o quizás meses o semanas… Porque todo el mundo, todo, a no ser que tengas un accidente mortal dentro de dos horas, con el vehículo. Casi todos presienten cuándo les van quedando menos tiempo. Incluso los grandes actores mundiales, Alain Delon, también incluidos, aquí mi homenaje y recuerdo. Todos, al final, si al final, salvo esos accidentes sin esperarlo y esperarlos, saben que están llegando a la raya del final o del principio, de Otro Principio, según, estés en una metafísica inmanente o trascendente, material o espiritual.
La realidad es enormemente compleja, la naturaleza física, la humanidad la va descubriendo, y, estamos esperando que se producirá dentro de nada, un salto cualitativo y esencial, cuándo se aplique la “informática cuántica”, si es que llega a producirse, se reventarán todos los moldes anteriores. Habrá nacido y surgido un nuevo mundo de interpretación del mundo. Y, entonces, no solo se descubrirán enormes misterios de la naturaleza física y biológica que nos están ocultos, sino también de la naturaleza humana, y, por tanto, de la invención y del diseño del mundo. Unos, dicen, que ya los que gestionan el mundo, si es que existe alguien o algunos que lo hagan, que en esto también existe duda, ya se están preparando a ello. Ya, algunos dicen, yo no tengo conocimientos, ni inteligencia suficiente para dilucidar, si es cierto o si es verdad, si están pensando que no se puede pasar de una línea demográfica, otros, otros incluso van más allá –otro día lo trataremos o jamás lo haremos…-.
Muchos escriben desde un trauma profundo, y, por tanto una inquina y un rencor profundo, consciente o semiconsciente, otros escriben contra un estrato social o contra una ideología, otros por una enorme vanidad-soberbia… Pero no es mi caso, no redacto imágenes y textos y metáforas e ideas y argumentos por un grave trauma profundo, ni por ir contra una clase social, ni contra una ideología escribo porque observo y analizo, e, intento entender aspectos de la realidad. Y, créanme, cuando era joven creí y creía que terminaría entendido y comprendiendo algo, pero la realidad, es que apenas he descifrado algo, eso sí, siempre basándome en ideas y argumentos y datos reales o lo más reales posibles. Y, ahora, con Internet, hay mucho bueno, pero existen muchos peces de ideas y datos, que nadie sabe si son verdad o son mentiras –por ejemplo, existe algo en la Antártida que no nos dicen, existen inteligencias extraterrestres, existe un respeto y amor suficiente de las clases sociales entre sí, en la civilización actual…-.
Creo y estimo que a los intelectuales –que son los que trabajan con ideas, no que sean más listos, sino que mezclan ideas-, les dejan estar y ser en este entramado social, porque nos explican trozos de la realidad, que aunque ya se sepan, las teníamos olvidadas, y, hoy, me he encontrado con un artículo del notable y elogioso Francisco Umbral, esa persona que nunca se le perdonó fuese de un lado del espectro político al otro. Porqué y por qué se produjo esa evolución. Supongo que nadie lo sabrá, solo él, cuándo vivía, quizás su esposa, podría indicarlo, podría dejar unas memorias auditivas o escritas, como la mujer de JFK, o, solo lo conocen Dios.
Umbral, el notable articulista Umbral, nos relató en unas seiscientas palabras el misterio político más profundo del hoy, la cuestión si el concepto de izquierda y derecha, es o son una realidad o un espejismo o una ilustración imaginación del pasado. Incluso, de quién o qué es más progresista. Se titula el artículo-columna: Glosa de la derecha, hecho carne de tinta sobre papel, hoy electrónica, el día 02 del 09 de 1999, en El Mundo.
Muchos piensan, que la rex pública, es como un carro, y, el carro tiene dos grandes ruedas, la izquierda moderada y la derecha moderada, pero como en la fábula-mito de Platón, es dirigida o intenta ser dirigida por un auriga… El futbol es uno en cada territorio, aunque existan varias docenas de equipos.